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He sentado la cabeza. Y tengo un chichón para demostrarlo.

*

- ¿Qué pasaría si te dijera que estás soñando? Y, ¿por
qué no?

- Mire, yo sé lo que es real, y esto es
real.

- ¿Y tú cómo lo sabes?

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Histriónico.

Debo de tener la sangre dulce,
se dice que a vampiros y a mosquitos les seduce.

*

Cambio sueños por morfina.

In memoriam

"Es que ahora tengo un blog. Porque escribo, y soy guay."

Qué va. No son buenos tiempos para los poetas- aunque éso no se lo podemos decir a mi amigo Rubén- , sin embargo, sí lo son para reflexionar. O no. Pero no por ello dejaré de hacerlo.

En fin, este blog no es en absoluto la consecuencia de moda alguna. ¿O sí?. No obstante, como no podría hacerse de otra manera, esta primera entrada debía ser en recuerdo de mi antiguo blog, ese blog que se suicidó en una noche de melancolía después de hacer la PAAU -a pesar de que hay quien insiste en que murió de tristeza-.

Observar, vivir estas cosas hace que te des cuenta de lo poco que realmente importa todo, de lo efímero del mundo. De como cada cosa que, quizá, en algún momento, puede significar el mundo para alguien, desaparece en el olvido y no importa para nada.

[y es que yo, cada vez me acuerdo menos...]